viernes, 28 de septiembre de 2007
"Diosa" se re-encarama en su pedestal
Una niña de 10 años, considerada "diosa viviente" en Nepal, que había sido destituida de su condición divina por violar la tradición recuperó su "divinidad".
Las autoridades del templo que la habían castigado revocaron la decisión, de modo que Sajani Shakya vuelve a encaramarse en su pedestal.
La condición que ponen es que Sajani se someta a un rito "de purificación" cuanto antes.
Sajani Shakya era una de las tres kumaris más veneradas de su ciudad, Bhaktapur, cerca de la capital del país, Katmandú.
Su "pecado" fue visitar Estados Unidos durante 39 días. Allí promocionó un documental en el que participa.
Cuando regresó a casa, una gran multitud la esperaba en el aeropuerto. Llevaban tambores y tocaban trompetas en son de bienvenida.
Tal fue la conmoción que provocó su historia.
Pero ella parecía ajena al revuelo mediático que provocó su "divina" persona. Un revuelo que -aparentemente- no trasciende el mundo de los mortales.
Atributos imprescindibles
El viaje de Sajani a EE.UU. fue el puntapié inicial de un escándalo en Nepal, donde tanto budistas como hinduistas veneran a las kumaris.
Los ancianos de su aldea dijeron que la visita era una mancha "imborrable" para su pureza, y comenzaron la búsqueda de una diosa sustituta.
Sajani integra el triunvirato de niñas diosas que no pueden abandonar el país.
Las kumari son descubiertas entre los dos y los cuatro años de edad, y pertenecen todas al mismo clan budista.
A cambio de sus "servicios religiosos", que acaban en la pubertad, reciben una pensión de por vida.
Sangre
La tradición dice que tienen que presentar desde la más tierna infancia 32 atributos, incluidos "muslos de gacela" y "cuello de nácar".
Viven confinadas: sólo salen de su palacio tres o cuatro veces al año.
Estas salidas especiales coinciden con un festival de agradecimiento al dios local de la lluvia, y -como siempre- sus pies no deben tocar el piso, a menos que lo cubra una alfombra roja.
Dejan de ser diosas cuando sangran por primera vez, bien sea por la menstruación o por cualquier herida que sufran. En ese momento se busca a otra kumari.
En noviembre de 2006 el Tribunal Supremo de Nepal ordenó investigar si con la tradición de las kumari se violan los derechos humanos de las niñas.
Fuente: BBC Mundo.com, 20 de Julio de 2007.
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