martes, 28 de junio de 2016

¿Cuál polo es positivo en el tomacorriente de tu casa?

Puede que te parezca extraño, pero la respuesta sería "los dos y ninguno". En los tomacorrientes de casa vemos dos agujeros y, a veces, nos hemos preguntado cuál de los dos es el polo positivo, pues no hay ninguna marca "+" ni "-" como sí las hay en las pilas casera y baterías de automóvil.

La corriente que llega a nuestras casas es muy extraña. Las plantas de energía producen una corriente que cambia de polaridad. En un determinado instante, uno de los agujeros es el polo positivo y el otro es negativo, pero en el siguiente instante es al revés, y así sucesivamente, la polaridad cambia ¡60 veces en un segundo! A este tipo de corriente se le llama "Corriente alterna" y fue concebida por el ingeniero Nikola Tesla (1856-1943) que además era físico y matemático.

Su idea no fue aceptada al principio porque, además de ser extraña y contra la lógica, estaba opacada por la fama de Thomas Edison, quien propugnada la corriente continua, es decir, aquella cuyos polos no cambian.

Fue entonces que se desató una "guerra de corrientes" entre ellos. Las razones técnicas le dieron la razón a Tesla. La corriente alterna es fácil de transformar su voltaje y se puede transmitir largas distancias con poca pérdida de energía. Además produce un campo magnético giratorio que es lo que hace funcionar los motores asíncronos, o motores de inducción. concebido también por Tesla. Sin dar mayor detalles, pero baste decir que los motores síncronos también usan corriente alterna.

En la actualidad, casi toda nuestra civilización usa la corriente alterna: casas, industrias, motores asíncronos (casi todos los motores), transmisión de radio y televisión, etc. Muy poco se usa la corriente continua: baterías de todo tipo, desde celulares, juguetes y autos. La corriente continua se reconoce porque los polos siempre están marcados con "+" y "-" para evitar equivocación.

Por: Ing. Miguel Ruiz Petrozzi.

¿Cuántos planetas tiene nuestro sistema solar?

Muchos recordamos la canción de Yola Polastri, que enumera los nueve planetas que entonces se conocían. Con la cancioncita pegajosa aprendimos cuáles eran los planetas de nuestro sistema solar. Pero, desde el 2006, ¡sólo tenemos ocho planetas!

Algunas personas estuvieron preocupadas porque pensaron que Plutón había desaparecido. La verdad es que Plutón fue degradado, ya no es planeta.

Desde 1992 ya se han descubierto una docena de objetos que podían clasificarse como planetas. La idea de agregar una enorme lista de planetas a nuestra memoria no fue el agrado de muchos, como también se pensó entonces que no estaba clara la definición de planeta. Los planetas que conocemos han sido considerados como tales desde la antigüedad, pero era urgente establecer esa definición.

En 2006, se reunieron los miembros de la Unión Astronómica Internacional y, después de acalorados debates, desplantes y críticas, se aprobó la definición de planeta que, en palabras sencillas es: (1) debe orbitar alrededor de una estrella, (2) que sea prácticamente una esfera, (3) haya limpiado su vecindad de restos, y (4) no emita luz propia. Plutón no cumple estos requisitos y, junto con otros objetos similares, se creó para ellos la categoría de "planetas enanos", de modo que tenemos ocho planetas en nuestro sistema solar: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Mientras que los planetas enanos de nuestro sistema solar son: Ceres, Plutón, Eris, Makemake y Haumea.

Para agregar, se calcula que en el universo observable hay milllones de millones de planetas, pero hasta el momento se han descubierto unos 2500 orbitando otras estrellas diferentes a nuestro sol.

Por: Ing. Miguel Ruiz Petrozzi.

¿Por qué vuela un avión?

El sueño del ser humano siempre fue volar como los pájaros. Todos los intentos por hacer fracasaron y es por eso que, hasta principio del siglo XX, se creía que era imposible por razones técnicas (un objeto más pesado que el aire no puede volar), y por razones teológicas (si Dios hubiera querido que voláramos nos hubiera dado alas).

Un avión actual pesa varias toneladas, ¿cómo es que puede volar? El truco está en unas leyes físicas llamadas aerodinámica. Si recuerdas haber volado una cometa, para que alce vuelo hay que correr con ella, luego, sientes que una fuerza la levanta (normalmente creemos que es viento, pero hasta sin viento se puede levantar una cometa). Se sabe que en una corriente, ya sea de agua, aire o de cualquier fluido, hay una presión que depende de su velocidad; a mayor velocidad, menor presión.

El aire que pasa por encima del ala del avión tiene más velocidad que el aire que pasa por debajo, así que se forma una presión por arriba menor que la de abajo. Esta diferencia de presiones resulta en una fuerza hacia arriba que levanta el ala. Es por eso que los aviones tienen que correr por la pista (carretear, es el término que usan) hasta que la velocidad produzca la fuerza necesaria para alzar vuelo, al igual que la cometa.

El avión más pesado de la historia es el Antonov 225, que pesa 640 toneladas (con carga incluida al despegar).

Por: Ing. Miguel Ruiz Petrozzi.